Otra vez Smart Barcelona nos ha ofrecido la gran oportunidad de acercar la Ciencia a nuestros hijos de una forma sorprendente. En este caso la Cirugía ha sido la protagonista.

Puede sonar atrevido que una actividad dedicada a los más pequeños pueda estar relacionada con el mundo de las "batas verdes" ¿Es posible? Pues podríamos asegurar que si ya que los resultados fueron muy interesantes. Las caras de los niños transmitían mucha satisfacción. Teniendo en cuenta que el principal baremo para medir la intensidad y motivación se podrían basar en las ganas de explicar todo lo que habían hecho, podemos asegurar que estas actividades fueron un gran éxito.

Siguiendo el formato anterior, la jornada se estructuraba en cuatro talleres.

El primero consistía en la extirpación del apéndice en fase de apendicitis. Todo un reto de destreza donde la palpación previa, siguiendo el método establecido, y la posterior extirpación, harán que nuestro paciente pueda salir indemne de la operación. Y después se le suministró viales para su posterior recuperación.

El segundo taller se le extirpó un tumor a otro paciente localizado en la región abdominal. Antes de comenzar con la incisión, se analizaron unas muestras de sangre a través del microscopio donde nuestros pequeños médicos encontraron unos marcadores tumorales. Acto seguido, y sin demorar mucho la intervención, procedieron a la extirpación del tumor con gran éxito.

En el tercer taller otro paciente ingresó de urgencias con una obstrucción traqueal y los jóvenes cirujanos le practicaron una traqueotomía. Seguro que fue un momento de alta tensión porque el paciente no estaba del todo sedado.

Y para finalizar, en el cuarto taller los cirujanos maxilofaciales implantaron unas piezas dentales. Eso sí, nuestros dentistas tuvieron que fabricar un molde de la boca y después ajustar la pieza con un tornillo en la mandíbula. La luz ultravioleta facilitó el secado del empaste final.

Mientras que los cirujanos estaban en sus quehaceres, los padres estábamos muy atentos con otra magistral exposición y concurso sobre temas relacionados con la Salud.

Para que nadie se asuste, evidentemente los pacientes eran muñecos, la Lidocaína era agua y la sangre agua con tinte rojo.

Si alguien me pide consejo sobre estas actividades, lo primero que les voy a decir es que la mejor forma de que nuestros hijos puedan conocer de cerca el mundo de la Ciencia. En pocos sitios encontraremos un método tan extraordinario como lo hacen en Smart Barcelona. Y como no puede ser de otra forma, el hecho de que puedan compartir estas experiencias con auténticos científicos le da un valor extra a las actividades.

Felicidades a todo el equipo y gracias por todo.